En los patios de recreo de los colegios, los aseos y los parques, un objeto se ha hecho omnipresente: el cigarrillo electrónico. Coloridos, perfumados y discretos, parecen inofensivos. Pero tras sus dulces vapores se esconde una escalofriante realidad: cada vez más jóvenes están vaporizando cannabis sintético sin saberlo.
Esta alarmante situación afecta ahora a miles de adolescentes en toda Francia. ¿Qué es lo más preocupante? Creen que simplemente están vaporizando nicotina o sabores afrutados. En realidad, algunos cartuchos contienen cannabinoides sintéticos, sustancias potentes, imprevisibles y peligrosas. Se desencadena entonces una espiral de dependencia, problemas cognitivos y riesgos para la salud… discretamente.
Líquidos adulterados con drogas sintéticas
Los padres están preocupados por el cannabis. Pero hay una amenaza mucho más despiadada que acecha en los bolsillos de sus hijos. Recientes análisis realizados en colegios han revelado una preocupante presencia de moléculas psicoactivas en los e-líquidos incautados. Entre ellas había cannabinoides sintéticos, derivados del THC pero hasta 100 veces más potentes.
A diferencia del cannabis natural, estas sustancias no son de origen vegetal. Se desarrollan en laboratorios, a menudo sin ninguna normativa, y luego se mezclan con los líquidos de los cigarrillos electrónicos sin ninguna mención en la etiqueta. El resultado: escolares de 14 a 17 años inhalan drogas ultrapotentes sin darse cuenta.
Explosión del número de casos preocupantes en los centros de enseñanza secundaria
Los testimonios se multiplican. Mareos, alucinaciones, paranoia, problemas cardíacos… síntomas que aparecen tras una sesión de vapeo con los amigos. Estos incidentes son cada vez más frecuentes en las escuelas.
¿El motivo? Las redes sociales, el tráfico local y las tiendas online no reguladas permiten comprar cartuchos falsos a bajo precio. Los jóvenes, atraídos por el «subidón» o simplemente curiosos, no tienen ni idea de lo peligroso que es en realidad. Y las consecuencias pueden ser dramáticas: hospitalización, trastornos mentales, pérdida de control, incluso adicción grave desde el primer uso.
Por qué son tan peligrosos los cannabinoides sintéticos
No se trata sólo de «cannabis más fuerte». Los cannabinoides sintéticos son inestables, están mal dosificados y se fabrican sin ninguna norma. Su efecto en el cerebro es impredecible, y su toxicidad mucho mayor que la del THC natural. Algunos derivados están incluso clasificados como estupefacientes en Francia.
En dosis elevadas, estas sustancias pueden causar :
- Ataques agudos de ansiedad
- Episodios psicóticos
- Pérdida de memoria
- Temblores, vómitos, taquicardia
- Una fuerte dependencia psicológica
¿Qué es lo más inquietante? Un adolescente puede fumar este tipo de sustancia sin ningún sabor ni olor. El efecto aparece de repente, sin previo aviso.
Preocupante aumento de la prevalencia del vapeo entre los jóvenes
Detrás de este fenómeno se esconde un problema más global: la banalización de los cigarrillos electrónicos. Los jóvenes los ven como un simple artilugio, mucho menos nocivo que el tabaco. No son conscientes de que el vapeo también puede ser una puerta de entrada a drogas más duras.
Algunas personas compran cartuchos ilegales en plataformas extranjeras, sin saber que están contaminados con sustancias adictivas. Y cuanto antes empiecen los jóvenes a vapear, mayor será el riesgo de adicción y de daños neurológicos a largo plazo.
Padres, educadores, profesionales: alerta roja
Esta lacra no puede seguir ignorándose. Las escuelas, las familias y las autoridades deben ser conscientes de la magnitud del problema. Sensibilizar a los jóvenes, prohibir el vapeo en las escuelas, controlar los puntos de venta, formar a los supervisores… todo esto se está convirtiendo en una cuestión urgente.
Pero, sobre todo, es esencial ofrecer soluciones de apoyo a los jóvenes que ya están atrapados en el vapeo regular, ya sea de sustancias nicotínicas o psicoactivas.
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En conclusión
Vapear no es un juguete. Y cuando esconde sustancias tan potentes como los cannabinoides sintéticos, se convierte en un verdadero peligro para la salud, sobre todo para los jóvenes. Información, prevención y acción son los tres pilares de una respuesta eficaz.
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